Bonnie Pareson fotografía de down.org |
Con apartes de entrevista a Bonnie Paterson, especialista nacional en síndrome de down
Son muchos los pensamientos que pasan por la mente de una madre embarazada: ¿Será niño? ¿Niña? ¿Tendrá mis ojos o los de su padre? ¿Que querrá ser cuándo grande? Espero que esté completito, que nazca hermoso y saludable.
Y el nacimiento se convierte en dicha y alegría hasta que el médico dice (puede ser en el instante mismo del nacimiento 3 meses antes o después de él) Su hijo tiene síndrome de down.
Al instante la alegría misma del nacimiento se ve bañada de intranquilidad, incertidumbre y desconocimiento sobre cómo actuar, preocupación por la manera en que se desenvolverá el niño y la forma en que lo verá la sociedad.
Asimilarlo puede ser tarea difícil y para ello es mejor contar la asesoría de un experto e informarse sobre el tema.
La doctora Bonnie Paterson, especialista nacional en síndrome de down, y miembro de la Clínica Síndrome de Down de Cincinnati, dice: Cuando aconsejo a padres, éstos siempre me preguntan ¿qué es lo que va a ser mi hijo? Yo no se, es un bebé y esas posibilidades están allí para cualquier bebé. Como sociedad tenemos que darnos cuenta de que hay lugar para todos, ellos pueden entregar cosas a la comunidad. Para mantener una actitud abierta sobre todo eso y deshacerse de los estereotipos”
Y la manera más efectiva de enfrentar esa sociedad la brinda la familia, Paterson dice: “La autoestima se desarrolla por muchos factores, no sólo la forma en que nos vemos, sino como la familia nos trata y cómo somos incorporados en nuestra comunidad, eso es parte de nuestra autoestima. Si nuestros padres nos ven en una forma positiva, creo que la comunidad nos va a ver en forma positiva y nosotros nos vamos a ver en forma positiva. Creo que si una persona de veinte años dice: No me gusta como se ve mi nariz, debería hacerse la cirugía plástica, tal como un adulto. Me preocupo cuando se manda a un niño de dos o tres años a hacerse este tipo de cirugía, basado en percepciones de que pueden ser mejor aceptados en la comunidad, especialmente cuando no hay evidencia en la literatura que esto les ayude a ser más aceptados.”
"Si somos capaces de ayudar a estos niños para que desarrollen sus habilidades comunicativas mediante programas de comunicación global (mediante signos, dibujos, fotos, ordenadores/computadoras, etc.), veremos con frecuencia que mejora la conducta tanto en casa como en la escuela"
Creo que la sociedad tiene más una tendencia a discriminar a una personas si es que no aprende tan rápido y eso es diferente, de cómo se ven sus ojos, su boca o su cara.
Martha Montoya y su madre son un gran ejemplo de ello |
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