La motricidad en los niños con Síndrome de Down, es un poco lenta y a veces presenta mala coordinación. Físicamente, se suele dar cierta torpeza motora, tanto gruesa (brazos y piernas) como fina (coordinación ojo-mano) extremidades cortas y disminución generalizada de la fuerza. Sin embargo existen ciertos ejercicios que deben elaborar desde pequeños para irles estimulando sus capacidades motoras y desarrollarles el equilibrio, estos ejercicios son por ejemplo el caminar, el correr, el lanzar y capturar, el escalar y el saltar.
Es importante destacar para todos lo papas o encargados de la educación de un niño con Down, una de las maneras más adecuadas para enseñarles, no es únicamente con palabras, estas personas se les hace mucho mas fácil entender, cuando una palabra se apoya de imágenes, dibujos, gestos e incluso de objetos reales, pues numerosos autores confirman que los niños con Síndrome de Down procesan mejor la información visual que la auditiva y responden mejor a ésta. Ya que frecuentemente presentan problemas de audición.
Cuando nos dirigimos a una persona con Síndrome de Down, es necesario hablar despacio, utilizando mensajes breves, concisos, directos y sin doble sentido. Si la primera vez no nos han entendido, se les han de dar las indicaciones de otra forma, buscando expresiones más sencillas o distintas. Es importante explicarles hasta las cosas más evidentes, no dando por hecho que saben algo, si no nos lo demuestran haciéndolo.
El objetivo principal en la educación es que el niño elabore estrategias cognitivas y motoras que le permitan adaptarse a los problemas con los que se van encontrando. Ya que este tiene relación muy estrecha también con los vínculos afectivo-sociales, que aunque son diferentes se pueden presentar de manera agradable en esos niños.
Las Olimpiadas FIDES son un claro ejemplo de cómo los niños especiales, pueden desarrollar esos niveles de motricidad y competir en diferentes categorías, obteniendo logros gratificantes, no solo para ellos sino para sus familiares y para los espectadores que gozamos de verlos, pues ellos logran robarnos esas sonrisas con su ternura.
No es difícil que los niños obtengan estos triunfos, simplemente es diferente, pero muy posible que estos niños luchen por alcanzar esas metas. “lo imposible es real”.
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